Anoche Donald Trump se convirtió oficialmente en el 45º presidente de los Estados Unidos en uno de los actos más teatralizados de la democracia moderna y es que para los americanos hasta la política es, ante todo, un espectáculo con baile inaugural incluido para presumir de esposas (porque votarlas, como que no). ¿Superó Melania Trump la primera gran prueba de fuego como Primera Dama teniendo en cuenta la gran cantidad de diseñadores que se negaron a vestirla?
Elegante y sofisticada con un vestido blanco diseñado en colaboración con Hervé Pierre, ex director creativo de Carolina Herrera con experiencia en vestir a esposas presidenciales tanto cuando trabajaba para la venezolana como antes desde su cargo en Oscar de la Renta.
Etapa Jackie Kennedy
Está claro que el estilo de Jacqueline Kennedy creó escuela en el ramo de las Primeras Damas y Melania Trump quiere seguir esa vía de sobriedad y elegancia. No hay más que ver el traje de Ralph Lauren con el que acudió al acto de día.
Por cierto, el mono (blanco, por supuesto) que lució para la noche electoral en la que su marido se llevó la presidencia también era de la misma firma eminentemente americana.
Aunque la ex modelo también se ha inspirado en otras que ocuparon antes su cargo. No hay más que recordar el discurso que pronunció en plena campaña copiado a su predecesora Michelle Obama que, ya que estamos, no está de más recordar que lució un vestido de Jason Wu en su baile inaugural.
Para la ocasión, lució un vestido de Roksanda de su color favorito…
Las actrices Kelly Ripa y Ginnifer Goodwin prefieren el modelo en color rosa y es que la diseñadora ha versionado esta creación de mangas XXL de 1001 formas posibles. Para que luego digan que la Primera Dama no vende…
Pero antes de posar juntos como Sr y Sra POTUS, los Trump recorrían las alfombras rojas de Hollywood y Nueva York. Así, los hemos visto incontables veces en fiestas de los Oscars, los Emmy y hasta en la gala del Met o alguna front row durante la Semana de la Moda de Nueva York. Eso sí, ella no siempre ha lucido tan elegante como ahora. Especialmente ejerciendo de “modelo” con posados de muy poco buen gusto (por decirlo finamente).
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